Cardo Máximo

La web de Javier Rubio: Columnas periodísticas, intervenciones radiofónicas, escritos…

Cáncer con todas las letras

NO, NO TENGO ninguna razón personal para pedir ningún favor. Pienso en mucha gente conocida y alguna a la que he querido que ha padecido cáncer: unos todavía están por aquí y otros ya no. Pero no soy tan iluso de pensar que en 2011 se va a encontrar una cura como los alquimistas soñaban con dar con la piedra filosofal que convirtiera la ganga en oro.

No soy tan estúpidamente idealista para pensar que daremos en la diana genética sin disparar las flechas. Sólo que para lanzarlas hace falta primero llenar el carcaj con un arsenal terapéutico en el que miles de científicos de todo el mundo se están dejando, en este mismo instante en que escribo, la puñetera vida: muchos sólo verán a sus hijos de noche en noche cuando ya estén acostados, otros verán fracasar sus relaciones personales, algunos se darán a la bebida o a las drogas…

Y miles de médicos, oncólogos, hematólogos, terapeutas retorciéndole el brazo al hijo de puta del tumor en un pulso inagotable, que los supera y los desborda a diario. Miles de doctores en la cabecera de las camas, miles de cirujanos extirpando los tejidos cancerosos, miles de batas blancas bombardeando las células mutadas con todo lo que tienen a mano o inoculando venenos, miles de enfermeras inyectando morfina para hacer un poco más llevadero el último tránsito. ¿Y voy a ser yo tan jodido idiota como para desear la curación en 2011, así sin más? Ustedes disculpen, pero conmigo no va esta gilipollez.

Quería hablarles del cáncer con todas sus letras. Y del mucho bien que hace Miki Roqué, el futbolista del Betis, dando la cara aunque sea con los ojos arrasados por las lágrimas. Y de los gestos de Esperanza Aguirre o de Uxue Barko. Y de la importancia de las revisiones periódicas. Quería hacerles llegar mi entusiasmo -sí, entusiasmo- porque hemos empezado a mirar cara a cara a esa enfermedad que no es ni más larga ni más terrible que otras.

No hay nada pecaminoso ni contagioso ni abominable en esas seis letras. Es sólo una enfermedad que se cura -es verdad que menos que otras- y a la que diariamente se enfrentan millones de personas en todo el mundo. Futbolistas de 22 años, presidentas autonómicas e independentistas incluidos. ¿Por qué iba a hacer distingos la enfermedad? Somos nosotros los que los hacemos cuando eludimos su nombre como si estuviera maldito. Es cáncer con todas las letras. Y no, no se va a curar en 2011 por mucha gente que lo escriba en facebook.

Muchísimas gracias, Miki, por lo que nos has dado. Ánimo.

javier.rubio@elmundo.es

8/3/11


Comentarios

Una respuesta a “Cáncer con todas las letras”

  1. Avatar de Julio Cuesta
    Julio Cuesta

    Gracias, Javier, por este «pase de pecho» tan valiente que le das al cáncer describiendo todo lo que la ciencia, el empeño y calor humano de la ayuda al enfermo están haciendo para ir ganándole el terreno al sufrimiento, como en realidad está ocurriendo. Palabras como las tuyas son el mejor homenaje a todos los que luchan contra la enfermedad y ganan, y el mejor tributo a aquellos que, aunque el cáncer se los llevara, han dejado el ejemplo y el orgullo en los suyos por su pelea. Son muchos, muchísimos, los que están en la trinchera, todos disparando en la misma dirección, pero tenemos que ser todos, TODOS, en la ayuda, en la prevención, en la investigación, en los hábitos saludables, para que el cáncer sea una enfermedad más, tratable, con su nombre y sus apellidos, y no una «larga y penosa enfermedad» en el mejor de los casos. Como bien dices, «cáncer con todas las letras», y no como un mal «tan cruel y sorpresivo como intratable». Sólo por respeto a los que mantienen abierta la pelea en todos los frentes, no debemos perderle la cara sino mantenerle la mirada al cáncer.

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