Cardo Máximo

La web de Javier Rubio: Columnas periodísticas, intervenciones radiofónicas, escritos…

El arzobispo Saiz propone un observatorio permanente de piedad popular como continuación del congreso internacional

Saiz Meneses ha presentado siete conclusiones prácticas en la clausura del encuentro

El prelado hispalense destaca que el congreso ha supuesto “luces para el presente y una hoja de ruta para el futuro”

El congreso internacional de Hermandades y Piedad Popular tendrá continuidad en un observatorio permanente de la piedad popular que el arzobispo de Sevilla, José Angel Saiz Meneses, ha anunciado como última de las conclusiones prácticas del congreso celebrado en la Catedral desde el miércoles 4. “Es la hora de la piedad popular”, ha dicho abiertamente.

Monseñor Saiz explicó que se tratará de “un foro de estudio permanente” con carácter multidisciplinar para “el análisis de la riqueza, identificar los retos y diseñar los proyectos pastorales” relativos a las hermandades y cofradías, que suman más de setecientas en la archidiócesis. El arzobispo ha remachado sus palabras indicando que el observatorio pretende la “renovación de la piedad popular”. 

En la presentación de las conclusiones, a modo de clausura del congreso, el prelado hispalense ha destacado que “las hermandades no somos pasado, somos presente y futuro, muro de contención frente a la secularización”. “Con toda humildad, sencillez, confianza en Dios y generosidad, tenemos que convencernos y decir sin complejos que es la hora de la piedad popular”. 

El arzobispo ha hecho un recorrido por las diferentes ponencias que han jalonado el congreso destacando que han supuesto “una llamada a la audaz renovación de la mirada sobre la piedad popular”. Sobre el certamen en sí, ha resaltado que ha cumplido su propósito de convertirse en “espacio de diálogo fructífero y crecimiento mutuo”.

Las otras conclusiones tienen que ver con “redescubrir la mirada transformadora de Dios”, “comunión y sinodalidad frente al individualismo y el subjetivismo”, “misterio divino como fuente de la santificación”, “fermento en medio del mundo”, “hacer presente el amor de Dios en medio de su pueblo” y “dar razón de la fe y la esperanza”. 

Su exposición ha seguido las cuatro líneas de fuerza del encuentro internacional: celebración, contemplación, reflexión y misión. Destacó que ha supuesto “una reflexión profunda y una actualización doctrinal” que permitirá “ahondar en los retos que tienen que afrontar las hermandades en un mundo cambiante”.