Los años que se van siempre nos parecen peores. De este 2012 que hoy apura sus últimas horas dando las boqueadas el almanaque, recordaremos los recortes y la crisis, tragedias domésticas, sucesos escalofriantes y el veredicto de muchas urnas. Probablemente, a todos nos parecerá mucho peor de lo que en realidad fue. Seguimos vivos, ¿no? Tenemos menos dinero, somos más pobres y la cuesta de la vida se nos ha empinado un poco más, pero y qué. A nuestro alrededor habrán nacido niños, se habrán enamorado adolescentes, se habrán jurado fidelidad matrimonial jóvenes y todos habremos envejecido un año más. Pasará el tiempo y un buen día todo cuanto ahora nos angustia de ese 2012 moribundo nos parecerá una bromita de mal gusto que quedará en nada. Al fin y al cabo, la vida es agonía. Apuremos el año viejo que se queda sin aliento y bebámonos a sorbos con el ansia del borracho el nuevo taco del calendario. El 2013 será mejor que el que se va. O al menos, a nosotros nos lo parecerá. ¿Por qué no lo va a ser? Seguimos vivos, ¿no? Para el año que empieza, sólo les pido un favor: hagan feliz a alguien.
(Minuto de oro, ABC Punto Radio 31/12/12)


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