En descargo del alcalde Zoido, que la semana pasada ha hecho balance de mandato por adelantado, hay que decir que eran tantas las expectativas que levantó su triunfo electoral mañana hace justo un año que lo más fácil era defraudarlas. Y a fe que lo está consiguiendo, pero no a la velocidad con que se lo ha propuesto este equipo de gobierno. El repaso a los periódicos de los últimos días, la lectura de informes, columnas de opinión y artículos conmemorativos de la efeméride del 22 de mayo no debe haber llenado de satisfacción a Zoido ni a ninguno de sus diecinueve concejales. Vale, lo pasado, pasado está y nadie nos va a devolver el año perdido. Lo más decepcionante, con todo, es oír otra vez en las entrevistas la misma cantinela gastada. Mal augurio.


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