Con la intención de la Hispalense de abrir una sede propia para desarrollar actividades en la South West University Science Technology (Swust) de la provincia china de Mianyang y otra en una universidad de los Estados Unidos cabe plantear la misma objeción que Stephen Hawking hace de la posibilidad de los viajes al pasado: la prueba de que son imposibles es que no tenemos entre nosotros millares de turistas del futuro. Pues eso: la prueba de la inutilidad de esas sedes propias es la inexistencia de delegaciones de las grandes universidades que encabezan los escalafones internacionales en Sevilla. Una exposición por aquí, un viaje por allí, una transferencia de tecnología para disimular y la biblioteca del Prado, para simiente de rábanos. ¿Se puede ser más desahogado?

3/10/11