“No hay dinero suficiente en el mundo que pague un minuto de sufrimiento de mi hija”, declaró Eduardo Contreras, el padre coraje que después de una batalla legal de seis años ve cómo el Servicio Andaluz de Salud no da su brazo a torcer y recurrirá la sentencia que lo condena a indemnizar a la familia de María por un parto negligente que le causó la parálisis cerebral a la pequeña. En su conmovedor relato de la situación en que vive la cría, en sus gestos sin aspavientos y en su determinación por que se haga justicia se transparentaba el cariño por una niña especial. Oyéndolo hablar el jueves en Antares, quedaba claro que no hay en el mundo dinero suficiente para comprar un gramo del amor que ese padre y toda su familia siente por su hija María.
19/9/11


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