Cardo Máximo

La web de Javier Rubio: Columnas periodísticas, intervenciones radiofónicas, escritos…

Vámonos a un cine de verano. El patio de butacas, a rebosar con la fresquita. Todo el mundo pendiente de la película a pesar de que el sonido se le iba de vez en cuando. Llega el intermedio, cuando en la cabina de proyección van a cambiar el rollo con la segunda parte, que es donde está lo mejor. Pero pasa el tiempo y la proyección no vuelve a reanudarse. Los espectadores comienzan a impacientarse, cuando alguien anuncia que ya está casi arreglado el desaguisado y que va a seguir la película. Pero la segunda parte no empieza y el público se desespera. Qué es una Semana Santa sin el Gran Poder, la Macarena ni el Cachorro en la calle. Pero tampoco sin el Valle, Pasión, los Caballos, las Cigarreras, la Carretería, los Estudiantes… A este cine de verano le ha cogido la amanecida sin que nos hayamos enterado de cómo acaba la película. Fundido en negro con el palio de la Virgen de Regla.


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