La Junta Electoral de Zona ha obligado al Ayuntamiento a echar abajo –no hacía falta, ya lo había hecho antes el viento– las lonas bajo las que Monteseirín quería ocultar las vergüenzas de sus  mandatos con gigantescas fotos de las maravillas del mundo contemporáneo, entre las que estaban sus ‘setas’ de la Encarnación. Otras vergüenzas están al aire como ese paseo del Cristina todavía a medio terminar, con el tiempo que han tenido: bienvenidos a la improvisación. Qué es la Semana Santa en sí sino una enorme lona con la que Sevilla se tapa y esconde los muchos defectos que la afean: los coches trepando por las aceras, los arriates arrasados, los desconchones, los cierres pintarrajeados, el mobiliario roto, las aceras parcheadas, la suciedad… Pero qué Junta de Zona sería competente para descubrir la cochambre y la mugre ocultas bajo la hermosísima capa de afeites con que se maquilla estos días la ciudad.