DESDE NUEVA YORK, Sevilla debe verse igual que nosotros contemplamos la Osa Mayor en el firmamento: una curiosidad para pasar el tiempo. Oh, sí: se nos llena la boca pensando que los neoyorquinos de las 180 nacionalidades que grosso modo conviven en la Gran Manzana saben de nuestro pasado glorioso y son conscientes del esplendoroso futuro que nos aguarda como metrópoli de la aeronáutica, la termosolar o lo que esté de moda. Tan presuntuosos somos como para no darnos cuenta de que.
Así que la campaña Sevilla se ve a cuenta de un concierto en el Manhattan Centre hay que tomarla como lo que realmente es: una mera excusa para pagarse un viaje a NYC a costa del erario público sin mayor incidencia ni presente ni futura en la vida económica de la ciudad. Y el hecho de que ese concierto con Miguel Bosé, Concha Buika y la Mala Rodríguez se haya tenido que aplazar no importa lo más mínimo. Bueno, la secretaria del alcalde Monteseirín tendrá que cambiar los pasajes de avión y anular las pernoctaciones en Manhattan hasta que se encuentre otra fecha más apropiada. A ser posible, antes del 22 de mayo en que a Monteseirín se le ve a caer no el pelo, sino el zapatito de cristal con que se ha colado todo este tiempo en el baile municipal tocado por el hada madrina que lo ha protegido estos doce años.
¿Recuerdan que hace exactamente un mes acudió a Alemania con la misma cantinela de la exposición Sevilla se ve con la que atraer a posibles inversores? En aquella ocasión, programó una entrevista con el director del Instituto Cervantes de Berlín para justificar su visita a la fábrica de madera de las setas. Y se anunció que ese organismo cultural de promoción del español en tierras germanas incorporaría una exposición sobre la transformación urbana de Sevilla.
En la página de internet del tal Instituto Cervantes de la capital germana no hay ni rastro de tal muestra: ‘Luis Buñuels Obsessionen’ y ‘Hommage an Carlos Saura’ son las dos exposiciones que se anuncian. Y en la programación cultural hasta el 21 de marzo no hay nada más hispalense que el ciclo de cine dedicado a Don Juan, el burlador de Sevilla. Ni siquiera se menciona la entrevista con Monteseirín.
Y ahora aplazan el concierto en NYC por un problema con los visados. No será el de Monteseirín. A éste, en todo caso, no le quedan ya páginas en el pasaporte para pegar las visas de medio mundo.
18/2/11
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